¿Cuál es la diferencia entre un auxiliar de cocina y un ayudante de cocina?
Si has visto anuncios de empleo en restaurantes de Bilbao o te has preguntado por qué algunos puestos se llaman auxiliar de cocina y otros ayudante de cocina, no estás solo. Mucha gente los usa como sinónimos, pero en la práctica, no son lo mismo. Y esa diferencia puede marcar la diferencia en tu salario, tus responsabilidades y hasta tu futuro en la cocina profesional.
El auxiliar de cocina: el que mantiene todo en orden
El auxiliar de cocina es el encargado de que la cocina no se convierta en un caos. Su trabajo empieza antes de que el chef encienda la estufa. Lava verduras, limpia pescado, corta cebollas, prepara las guarniciones básicas, organiza los ingredientes en los puntos de trabajo (esos pequeños platos con los que los cocineros trabajan rápido), y limpia todo después. No cocina platos completos, pero sin él, el resto del equipo no podría funcionar.
En un restaurante de Bilbao con servicio de tapas, por ejemplo, un auxiliar de cocina puede preparar hasta 200 unidades de patatas bravas en una sola jornada. O lavar y cortar 15 kilos de pimientos para los pimientos rellenos del día. Su trabajo es repetitivo, pero esencial. No se trata de ser rápido, sino de ser constante y preciso.
Este puesto suele requerir formación básica en manipulación de alimentos, y muchas veces se contrata sin experiencia previa. Pero sí se espera que sepas seguir instrucciones al pie de la letra, que no te asuste el calor, y que puedas estar de pie 8 horas seguidas sin quejarte.
El ayudante de cocina: el que aprende a cocinar
El ayudante de cocina, en cambio, está en un nivel superior. Es el que está aprendiendo a cocinar. No solo prepara ingredientes: empieza a cocinar platos sencillos bajo supervisión. Puede hacer huevos revueltos, freír patatas, preparar salsas básicas, o incluso montar platos ya diseñados por el chef.
En un restaurante con estrella Michelin en Bilbao, un ayudante de cocina puede estar encargado de cocinar el arroz de un arroz negro, mientras el jefe de cocina controla la textura y el sabor. No es un simple lavaplatos: es un aprendiz en formación. Muchos ayudantes de cocina están en cursos de cocina profesional, y el trabajo en el restaurante es su práctica real.
Este puesto requiere más conocimiento técnico. Saber cuánto tiempo se tarda en cocer un pescado, cómo evitar que la salsa se corte, o qué significa "al dente" no es opcional. A veces, el ayudante de cocina también ayuda a organizar el material, pero su foco principal es aprender a cocinar, no solo a preparar.
Salario y horarios: ¿cuánto ganas en cada puesto?
En 2025, en el País Vasco, un auxiliar de cocina gana entre 1.300 y 1.600 euros brutos al mes. Su jornada suele ser de 8 a 10 horas, con horarios que van desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, dependiendo del restaurante. No tiene horario fijo, y los fines de semana y festivos son parte del trabajo.
Un ayudante de cocina, en cambio, gana entre 1.500 y 1.900 euros brutos al mes. Esa diferencia no es por suerte: es porque asume más responsabilidad. Además, muchos ayudantes de cocina tienen contrato de formación, lo que significa que además de trabajar, reciben clases teóricas de cocina en escuelas como el Instituto de Hostelería de Bilbao.
La clave está en el nivel de autonomía. Un auxiliar sigue órdenes. Un ayudante empieza a tomar decisiones: "¿Esta salsa necesita más sal? ¿Este pescado está listo?". Esa capacidad de juzgar es lo que marca la diferencia en el sueldo.
¿Qué camino te lleva a ser cocinero profesional?
Si quieres llegar a ser jefe de cocina, no puedes empezar como auxiliar y quedarte ahí. El camino real pasa por el ayudante de cocina. Es el puente entre el trabajo manual y el oficio. Muchos chefs en Bilbao, como los que trabajan en restaurantes como Etxebarri o Arzak, empezaron como ayudantes. No como auxiliares, sino como aprendices activos.
Si estás pensando en hacer un curso de cocina en Bilbao, busca programas que incluyan prácticas como ayudante de cocina. No te conformes con un puesto que solo te haga lavar platos. Elige uno donde te enseñen a cocinar, a probar sabores, a corregir errores.
Un buen curso de cocina en Bilbao no solo te enseña recetas. Te enseña a entender por qué se hacen las cosas de una manera y no de otra. Por qué se fríe el ajo a fuego lento, por qué se salta el pescado antes de cocinarlo, por qué se deja reposar la masa. Eso no lo aprendes siendo auxiliar. Lo aprendes siendo ayudante.
¿Qué te piden en una entrevista?
Si te llaman para un puesto de auxiliar, te preguntarán: "¿Puedes trabajar de pie todo el día?". "¿Tienes experiencia en lavado de verduras?". "¿Te importa trabajar en horarios nocturnos?".
Si te llaman para un puesto de ayudante, te preguntarán: "¿Qué plato sabes cocinar bien?". "¿Has probado el bacalao al pil-pil?". "¿Qué harías si la salsa se corta?".
La diferencia no está en lo que haces, sino en lo que sabes. El auxiliar hace lo que le dicen. El ayudante entiende por qué lo hacen.
¿Y si quiero cambiar de puesto?
Si estás trabajando como auxiliar y quieres avanzar, no esperes a que te promuevan. Pídele al jefe de cocina que te enseñe. Pregúntale si puedes ayudar a cocinar algo. Lleva tu libreta de apuntes. Anota los tiempos, las cantidades, los errores. Haz preguntas. La cocina profesional valora la iniciativa más que la antigüedad.
En muchos restaurantes de Bilbao, los ayudantes de cocina que demuestran interés y capacidad son los primeros en ser contratados cuando hay vacantes de cocineros de línea. No necesitas un título universitario. Necesitas curiosidad, constancia y ganas de aprender.
Conclusión: no es lo mismo, y eso es bueno
La diferencia entre un auxiliar de cocina y un ayudante de cocina no es solo de título. Es de nivel, de responsabilidad, de futuro. Uno mantiene el orden. El otro construye el sabor. Uno es el soporte. El otro es el aprendiz.
Si estás empezando, no te desanimes si empiezas como auxiliar. Pero no te quedes ahí. Busca oportunidades para aprender. Pide formación. Pregunta. Aprende a cocinar, no solo a preparar. Porque en la cocina, no se trata de hacer lo que te dicen. Se trata de entender por qué se hace así.
¿Puedo empezar como auxiliar de cocina sin experiencia?
Sí, es común contratar auxiliares sin experiencia previa. Lo que sí se espera es que sepas trabajar en equipo, que seas puntual, que no te asuste el calor ni el ritmo acelerado, y que tengas buena higiene. Muchos restaurantes ofrecen formación básica en manipulación de alimentos al contratar.
¿El ayudante de cocina gana más que el auxiliar?
Sí, en general, el ayudante de cocina gana entre un 10% y un 20% más que el auxiliar. Esto se debe a que asume tareas de cocina real, no solo de preparación. Además, muchos ayudantes tienen contratos de formación que incluyen clases teóricas, lo que aumenta su valor profesional.
¿Qué curso de cocina en Bilbao me prepara mejor para ser ayudante?
Busca cursos de cocina profesional de nivel básico o medio que incluyan prácticas en restaurantes reales. El Instituto de Hostelería de Bilbao, la Escuela de Hostelería de la Cámara de Comercio, o programas de la Federación Vasca de Hostelería suelen ofrecer formación con prácticas en establecimientos de la zona. Asegúrate de que el curso incluya al menos 200 horas de cocina práctica.
¿Es necesario tener el certificado de manipulación de alimentos?
Sí, es obligatorio en toda España para trabajar en cualquier puesto de cocina, ya sea auxiliar o ayudante. Sin este certificado, no te contratarán. Se obtiene con un curso online o presencial de 8 a 10 horas, y suele costar entre 20 y 40 euros. Es rápido, barato y necesario.
¿Puedo pasar de auxiliar a ayudante sin hacer un curso?
Sí, es posible, pero no es lo más común. Si demuestras iniciativa, aprendes rápido, y el jefe de cocina nota que tienes talento, puedes ser promovido. Pero sin formación básica, te faltará conocimiento técnico. Lo ideal es combinar trabajo con curso: así avanzas más rápido y con más seguridad.
Mario Pinos
diciembre 4, 2025 AT 17:09Yo empecé como auxiliar en un bar de Getxo y al mes ya estaba picando ajo y haciendo salsas sin que nadie me lo pidiera. Si quieres subir, no esperes a que te den permiso, coge la cuchara y ponte a cocinar. La cocina no te espera, tú tienes que ir a ella.