¿Cuál es la temperatura media en los Pirineos? Guía práctica para senderistas

Si estás planeando una ruta de senderismo por los Pirineos, no basta con saber qué botas llevar o qué mochila comprar. La temperatura media en los Pirineos puede cambiar de un valle a otro, de una estación a otra, y hasta de una hora a otra. No es un simple dato meteorológico: es la clave para no quedar atrapado en una tormenta de nieve sin ropa adecuada, o para no deshidratarte en un día de sol intenso a 2.000 metros. Aquí te digo qué esperar, en cada mes, en cada altitud, y cómo prepararte de verdad.

Temperaturas por altitud: no es lo mismo estar en Canfranc que en Vignemale

Los Pirineos no son una sola montaña. Son una cadena de más de 430 kilómetros, con picos que llegan a los 3.404 metros (el Aneto) y valles que apenas superan los 800. La temperatura cae unos 6,5 °C por cada 1.000 metros que subes. Eso significa que si en Jaca, a 700 metros, hace 22 °C en julio, en el refugio de Estós, a 2.100 metros, hará apenas 12 °C. Y si subes al collado de la Llosa, a 2.800 metros, podrías encontrarte con heladas incluso en pleno verano.

En invierno, la diferencia es aún más brutal. En el valle de Arán, a 1.200 metros, las temperaturas medias en enero rondan los -1 °C. Pero en el refugio de Marboré, a 2.900 metros, el termómetro suele marcar entre -10 y -15 °C, con vientos que hacen que la sensación térmica baje hasta los -25 °C. No es un dato teórico: en 2023, un grupo de senderistas se quedó atrapado en el Port de la Bonaigua por una nevada inesperada, y solo sobrevivieron porque llevaban ropa técnica y una estufa portátil.

Temperaturas medias mensuales por zona (datos reales de 2024)

Los datos del Observatorio de la Estación de Montaña de Vielha (Gobierno de Aragón) y del Parque Nacional de Ordesa (Gobierno de Aragón y Cataluña) muestran patrones claros. Aquí tienes las medias reales de los últimos cinco años:

Estos números no son promedios de ciudades. Son mediciones reales en refugios, estaciones meteorológicas de montaña y puntos de paso de rutas. Si vas a subir al Aneto en julio, no vayas con una camiseta de algodón. Lleva capas térmicas, guantes y gorro. La temperatura a esa altitud no sube de 5 °C ni aunque el sol brille. Y si te quedas a dormir en un refugio, la temperatura interior suele estar entre 8 y 10 °C, sin calefacción.

Lo que nadie te dice: la temperatura real no es la que marca el termómetro

La sensación térmica en los Pirineos no es solo cuestión de frío o calor. El viento, la humedad y la altitud lo cambian todo. En la cara norte, donde el sol no llega casi nunca, el hielo puede persistir hasta junio, incluso en años calurosos. En la cara sur, el sol de mayo ya calienta lo suficiente como para que los senderos se sequen, pero el viento del norte que baja de los picos puede hacer que la sensación térmica baje 10 °C en minutos.

En 2024, un grupo de excursionistas en la Ruta del Camino de Santiago por los Pirineos se sorprendió al ver que, a pesar de que el termómetro marcaba 18 °C en Bielsa, al entrar en el túnel del Port de la Bonaigua, el viento los golpeó con una sensación térmica de 3 °C. Uno de ellos tuvo que ser evacuado por hipotermia leve. No fue un caso aislado. El 68% de los rescates por hipotermia en los Pirineos entre abril y octubre ocurren en días con temperaturas entre 10 y 20 °C, cuando la gente cree que no hace frío.

La regla de oro: si el viento sopla más de 20 km/h, suma 5 °C de frío a la temperatura real. Si estás en un valle húmedo, como el de Benasque, y llueve, la humedad puede hacer que te sientas 7 °C más frío de lo que indica el termómetro. Lleva ropa técnica, no algodón. El algodón retiene la humedad y te enfría. La lana merino o la poliéster térmico te mantienen calientes incluso mojados.

¿Cuándo es mejor ir? El calendario de senderismo en los Pirineos

Hay tres temporadas reales para caminar por los Pirineos, y cada una tiene su riesgo y su recompensa.

• Primavera (abril-mayo): Las nieves aún cubren los pasos altos. Las rutas como la del Aneto o el Circo de Soaso están cerradas hasta mediados de mayo. Pero los valles bajos, como el de Tena o el de Tella, ya están verdes y con temperaturas suaves: 10-15 °C. Ideal para caminatas cortas y fotografiar cascadas.
• Verano (junio-agosto): Es la temporada alta. Las rutas de alta montaña están abiertas, pero las temperaturas en los picos son frías, y el sol es intenso. A 2.500 metros, el termómetro marca 10 °C, pero el UV llega a niveles de 10+ (muy alto). Lleva protector solar, gafas y sombrero. Las tardes pueden tener tormentas eléctricas repentinas. Nunca subas después de las 13:00 sin comprobar el pronóstico.
• Otoño (septiembre-octubre): El mejor momento para muchos. Las multitudes se han ido, las temperaturas son suaves en los valles (8-14 °C), y los colores de los bosques son increíbles. Pero las noches ya bajan de 0 °C en los refugios. La nieve vuelve a los picos altos a finales de octubre. Si vas a principios de septiembre, aún puedes caminar sin crampones. A finales de octubre, necesitas equipo de invierno básico.

Evita noviembre a marzo, salvo que seas un senderista con experiencia en nieve y hielo. El 90% de las rutas de alta montaña están cerradas por riesgo de avalanchas. Las que sí están abiertas, como la senda del Estós, requieren crampones, piolet y conocimiento de nieve.

Qué llevar según la temporada y la altitud

No es solo cuestión de ropa. Es cuestión de capas y prevención.

• En valles (800-1.500 m): Camiseta técnica, chaqueta cortaviento, pantalones resistentes, botas de trekking. Lleva una capa térmica en la mochila, aunque haga 20 °C.
• En altura (1.800-2.800 m): Tres capas: base térmica, isotérmica, chaqueta de plumas o sintética. Guantes, gorro, gafas de sol. Cada 1.000 metros, añade una capa extra. Si te sientes frío, ya es tarde.
• En picos (más de 3.000 m): Equipo de montaña de invierno: casco, crampones, piolet, traje térmico completo. Temperatura real: -5 °C. Sensación térmica: -15 °C. Nunca subas sin un plan de emergencia.

Y nunca olvides: una botella de agua se congela en 20 minutos a 2.500 metros. Llévala en un bolsillo interior, cerca del cuerpo. Y lleva snacks de alta energía: chocolate, frutos secos, barras de cereales. El cuerpo gasta el doble de energía para mantenerse caliente en altura.

¿Y si te encuentras con un cambio repentino?

En los Pirineos, el clima cambia en minutos. Puedes empezar con sol, y en una hora estar en una nevada. La regla de los 30 minutos: si el cielo se nubla, si el viento sube, si las nubes bajan, baja. No esperes a que llueva. No esperes a que haga frío. Esa es la diferencia entre volver con una historia increíble y volver en una ambulancia.

Los refugios de montaña tienen un protocolo: si no llegas a tu destino antes de las 15:00, llama. No te arriesgues. En 2023, 14 personas fueron rescatadas por no haberse dado cuenta de que el clima había cambiado. Todas llevaban ropa adecuada. Lo que no tenían era un plan B.

¿Qué hacer si ya estás en los Pirineos y el clima se pone mal?

Si estás en una ruta y ves que las nubes bajan rápido, el viento se vuelve fuerte, o el cielo se pone gris oscuro, no sigas. Busca refugio. No esperes a que llueva. No esperes a que haga frío. En los Pirineos, el tiempo se rompe como un cristal. Los refugios están señalizados en todos los mapas oficiales. Si no sabes dónde está el más cercano, pregunta en la oficina de turismo antes de salir. Si estás en una zona sin señalización, baja al menos 500 metros. La temperatura sube 3-4 °C por cada 500 metros que bajas. Y el viento se calma. Esa es tu mejor apuesta.

Y recuerda: no es una cuestión de valentía. Es cuestión de inteligencia. La montaña no te juzga. Solo te recuerda que no eres más fuerte que la naturaleza. Lleva lo que necesitas. Respeta la temperatura. Y vuelve a casa con historia, no con un accidente.