¿Qué río de España nace en los Pirineos? El origen del Ebro y su importancia para el senderismo

¿Qué río de España nace en los Pirineos? El origen del Ebro y su importancia para el senderismo
6 diciembre 2025 0 Comentarios Iñigo Ortellado

Si has caminado por los senderos de los Pirineos, seguro que has visto cómo el agua se filtra entre las rocas, se convierte en hilos finos y luego en un caudal firme. Pero ¿sabías que uno de los ríos más importantes de España nace justo allí, entre cumbres nevadas y pastos de alta montaña? No es un río cualquiera. Es el Ebro, el río que nace en los Pirineos y que recorre más de 900 kilómetros hasta el Mediterráneo.

El nacimiento exacto del Ebro

El Ebro nace en la sierra de Urbión, en la provincia de Soria, dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León. Pero técnicamente, esa sierra forma parte del sistema pirenaico. Su fuente principal, llamada Fuente de García, está a 2.120 metros de altitud, en el macizo de la Sierra de Urbión, cerca del pico Pico de Urbión, que marca el límite entre Castilla y León y La Rioja. No es un manantial grande ni espectacular, pero desde allí, el agua empieza su viaje más largo de todos los ríos españoles.

Lo que muchos no saben es que el Ebro no nace de un solo punto. Tiene varias fuentes secundarias en los alrededores, como el arroyo de la Fuente de la Puebla y el arroyo de la Fuente de la Muela. Todas ellas se unen en los primeros kilómetros, formando un río que, en sus inicios, parece un riachuelo de montaña. Pero en menos de 50 kilómetros ya es un cauce capaz de arrastrar troncos y rocas, y en 100 kilómetros, ya se puede navegar en kayak.

¿Por qué el Ebro es el río más importante de España?

El Ebro no es solo el más largo. Es el que más agua lleva a la costa mediterránea. Su cuenca abarca más de 85.000 kilómetros cuadrados, casi el 16% del territorio español. Regadíos enteros dependen de él. Ciudades como Zaragoza, Tortosa o Miranda de Ebro crecieron a su orilla. Su delta, en la costa de Tarragona, es uno de los humedales más ricos de Europa, con más de 250 especies de aves y una biodiversidad que muchos no conocen.

Además, el Ebro es el único río español que no se seca en verano. Aunque otros ríos como el Duero o el Guadiana se reducen a charcos, el Ebro mantiene un caudal constante gracias a las nieves que se derriten en los Pirineos durante la primavera y el verano. Eso lo convierte en un eje vital para la agricultura, la energía hidroeléctrica y el turismo de aventura.

Senderismo en el origen del Ebro

Si quieres ver el nacimiento del Ebro en persona, hay varias rutas de senderismo accesibles. La más popular empieza en el pueblo de San Millán de la Cogolla, en Soria. Desde allí, se toma una pista forestal que sube suavemente durante 3 kilómetros hasta la Fuente de García. El camino es de dificultad baja, apto para familias, y se puede hacer en menos de dos horas ida y vuelta.

La ruta atraviesa bosques de pino silvestre y abedules, y en primavera, el suelo se llena de flores silvestres como el jacinto de montaña y la gentianilla. En verano, el aire es fresco y se escucha el murmullo del agua desde lejos. Cuando llegas a la fuente, hay una pequeña placa de piedra que marca el origen del río. No hay carteles gigantes, ni entradas de pago. Solo la naturaleza, el silencio y el agua que empieza su viaje.

Si quieres una experiencia más profunda, puedes extender la ruta hasta el Refugio de la Fuente del Pájaro, a unos 2 kilómetros más allá. Allí, los pastores aún llevan sus rebaños en verano, y el paisaje se vuelve más salvaje. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse.

Senderista caminando por un sendero junto al río Ebro en primavera, entre pinos y flores silvestres.

El Ebro y otros ríos pirenaicos

El Ebro no es el único río que nace en los Pirineos. Cerca de allí, en el lado francés, nace el Garona, que luego se une al Ebro en el sur de Francia. Pero dentro de España, otros ríos importantes también tienen su origen en esta cadena montañosa.

  • El Segre: nace en el valle de Arán, en la frontera con Francia, y es el principal afluente del Ebro por la izquierda.
  • El Cinca: nace en el valle de Tena, en Huesca, y aporta más agua que muchos ríos de la Península.
  • El Aragón: nace en el valle de Tena también, cerca del pico Aneto, el más alto de los Pirineos.
  • El Noguera Ribagorzana: nace en el macizo de la Maladeta y recorre tierras de montaña hasta unirse al Ebro.

Estos ríos forman una red hidrográfica compleja que sostiene ecosistemas enteros. En el Parque Nacional de Ordesa, por ejemplo, los ríos de montaña crean cascadas de más de 100 metros de altura, y sus aguas son tan limpias que se pueden beber sin tratar. Eso no pasa en muchos lugares del mundo.

El Ebro en la actualidad: desafíos y oportunidades

Hoy en día, el Ebro enfrenta presiones. Las presas, como la de Ricobayo o la de Mequinenza, han cambiado su caudal natural. Algunas zonas del río han perdido su biodiversidad. Pero también hay esfuerzos de recuperación. En los últimos 10 años, se han eliminado 17 pequeñas presas en la cuenca media, y se han restaurado más de 30 kilómetros de ribera. El resultado: han vuelto especies como la trucha arcoíris, el gamitro y hasta el visón europeo.

El turismo de senderismo también juega un papel clave. Cada año, más de 200.000 personas caminan por los senderos del Ebro, desde su nacimiento hasta su delta. Los ayuntamientos locales han creado rutas señalizadas, con puntos de información y áreas de descanso. No se trata de masificar, sino de educar. Que la gente entienda que un río no es solo agua, es vida.

Delta del río Ebro al atardecer, con humedales, aves y canales de agua reflejando el cielo.

¿Qué ver si vas a los Pirineos por el Ebro?

Si planeas un viaje a los Pirineos para ver el nacimiento del Ebro, no te limites a la fuente. Combínalo con otras experiencias:

  • Visita el Monasterio de San Millán de la Cogolla: Patrimonio de la Humanidad, es uno de los lugares donde se escribieron las primeras palabras en castellano.
  • Camina por el Camino del Ebro: una ruta de larga distancia que recorre 900 km desde la fuente hasta la desembocadura.
  • Visita el Parque Natural de la Sierra de la Demanda: donde el río se convierte en un cauce ancho y profundo, ideal para el kayak.
  • Prueba la gastronomía local: el queso de Ojeda, el vino de Ribera del Duero y el jamón de Soria son productos que nacen en las tierras que alimenta el Ebro.

El Ebro no es solo un río. Es un hilo que une montañas, pueblos, culturas y ecosistemas. Caminar hasta su nacimiento no es un paseo turístico. Es un acto de conexión. Con la geografía, con la historia y con el agua que, desde hace milenios, ha sostenido la vida en esta tierra.

¿Qué río de España nace en los Pirineos?

El río Ebro es el principal río de España que nace en los Pirineos. Su fuente principal, la Fuente de García, se encuentra en la sierra de Urbión, en Soria, a 2.120 metros de altitud. Aunque tiene otros nacimientos secundarios en la zona, el Ebro es el único río español que recorre más de 900 kilómetros desde su nacimiento hasta el Mediterráneo.

¿Es fácil llegar al nacimiento del Ebro?

Sí, es accesible. La ruta más común parte del pueblo de San Millán de la Cogolla, en Soria. Se recorre en unos 3 kilómetros por una pista forestal bien señalizada, con un desnivel suave. El camino es apto para familias y se puede hacer en menos de dos horas ida y vuelta. No requiere equipo especial, solo calzado cómodo y agua.

¿Qué otros ríos nacen en los Pirineos?

Además del Ebro, otros ríos importantes nacen en los Pirineos: el Segre, el Cinca, el Aragón y la Noguera Ribagorzana. Todos ellos son afluentes del Ebro o desembocan en el Mediterráneo. El Segre, por ejemplo, es el mayor afluente del Ebro por la izquierda y nace en el valle de Arán.

¿Por qué el Ebro no se seca en verano?

El Ebro mantiene caudal constante gracias a las nieves acumuladas en los Pirineos, que se derriten progresivamente durante la primavera y el verano. A diferencia de otros ríos españoles que dependen de lluvias estacionales, el Ebro recibe agua de fuentes subterráneas y deshielo constante, lo que lo hace más resistente a la sequía.

¿Se puede hacer kayak en el Ebro desde su nacimiento?

No desde el nacimiento. En los primeros 30 kilómetros, el río es demasiado estrecho y con corrientes rápidas, solo apto para expertos en kayak de montaña. Pero a partir de la localidad de Almazán, en Soria, el cauce se amplía y se vuelve apto para kayakistas de nivel medio. Las secciones más populares son entre Miranda de Ebro y Tortosa, donde hay empresas que alquilan equipo y organizan rutas guiadas.

¿Qué hacer después de ver el nacimiento del Ebro?

Si te quedaste con ganas de más, no te vayas sin explorar los alrededores. El nacimiento del Ebro está cerca de otros tesoros naturales. A 40 minutos en coche está el Parque Natural de la Sierra de la Demanda, donde los ríos cortan valles profundos y hay senderos que llevan hasta cascadas ocultas. A 90 minutos, el Parque Nacional de Ordesa ofrece rutas de alta montaña con vistas a glaciares y cumbres de más de 3.000 metros.

Y si lo que buscas es calma, el pueblo de San Millán de la Cogolla tiene una hostería que sirve caldo de setas con pan de leña, hecho con harina de trigo de la zona. No hay wifi en la sala principal. Solo el crujido de la chimenea y el eco del río que empieza su viaje.